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| Cartel para 2010 |
Para culminar la Semana Santa, con motivo del Domingo de Resurrección, se sueltan por las calles de Vejer 2 toros bravos.
En los archivos municipales existen documentos donde citan la suelta de toros por las calles de Vejer desde finales del siglo XIX.
Aunque la historia más reciente es cuando en 1976 Antonio Morillo (alcalde en aquellos tiempos) recupera la fiesta, continuándose hasta nuestros días.
La Fiesta comienza con el embolao en el campo de 2 toros bravos, previamente comprados por el Ayuntamiento a algún ganadero de la zona.
El día antes por la tarde los operarios del ayuntamiento comienzan a delimitar el recorrido cortando calles con barras de hierro y remolques agrícolas y por la noche se organiza una verbena, en el centro del pueblo, con música y bebidas hasta el amanecer. Ya el Domingo en la mañana una banda de Música, acompañada por las peñas, da el toque de diana despertando a la multitud.A las 12 del mediodía sale el primer toro el cual, tras poco mas de 1 hora en la calle, es encerrado por los encargados del encierro del animal.
Y a las 4 de la tarde el señor alcalde saca su pañuelo para dar salida al segundo toro, recorriendo las calles del pueblo hasta pasada una hora, procediendo a su encierro.Los toros terminan en el matadero y es tradición su degustación el Miércoles de Feria en la Caseta Municipal, ya que esta Fiesta está muy próxima en el calendario.
Aunque se oyen voces contradictorias al Toro Embolao por gente sensibilizada con el maltrato a los animales. Esta Fiesta está muy arraigada entre su gente, al considerarla una tradición y ser una buena fuente de ingresos para el pueblo.
No obstante hay una serie de reglas sancionadoras para los participantes del evento siempre que no respeten al toro:
Prohibido arrojar objetos al animal, no pegar al animal, prohibido subirse en el toro...
El 4 de Abril de 2010 se celebrará su XXXIV edición, está usted invitado a visitarnos, tanto si le gustan los toros como si no, seguro que pasa un rato muy agradable entre la hospitalidad y la amabilidad de los vejeriegos.
Además siempre le quedará visitar el casco antiguo de Vejer.
